La tarima flotante es una de las soluciones favoritas a la hora de modernizar el pavimento de una vivienda. No es raro que sea así, puesto que este tipo de suelos son capaces de cambiar el ambiente del hogar y proporcionar mayor calidez. Además, otro punto a su favor es la gran variedad de tipología de tarimas flotantes existentes, lo que permite ajustarse a prácticamente cualquier estilo o diseño.
Sin embargo, al estar fabricado con materiales naturales, una de las cuestiones principales es la de cómo mantener la tarima flotante. Si estás en ese punto, en este artículo vamos a darte los mejores trucos para realizar el mantenimiento de estos suelos.
¿Cómo afectan sus características al mantenimiento de la tarima flotante?
Una de las dudas más frecuentes entre quienes buscan la mejor solución para suelos es la diferencia entre tarima flotante, laminado y parquet. Este es un aspecto importante a la hora de realizar el mantenimiento de estos pavimentos.
El laminado es un tipo de pavimento que emula el acabado natural de la madera y está fabricado con materiales sintéticos, mientras que la tarima flotante y el parquet son suelos de madera natural. Este punto es fundamental, ya que determina el tipo de tratamiento necesario para mantener correctamente el suelo, puesto que los componentes sintéticos y naturales cuentan con necesidades distintas.
En lo que respecta a parquet y tarima flotante, una de sus principales diferencias se basa en la instalación. El parquet se pega al suelo y la tarima flotante se coloca sobre suelo ya existente, funcionando como base.
La tarima cuenta con importantes características, como la estética natural que proyecta, su resistencia o su calidez, al estar fabricada con madera natural de calidad. Sin embargo, también las convierten en un material que, en ocasiones, puede ser delicado y, por eso, puede requerir de un mantenimiento específico.
¿Cómo evitar daños en este pavimento?
Una de las mejores formas de mantener la tarima flotante en buen estado es, precisamente, evitando que se dañe. Por eso, a continuación, te listamos algunas recomendaciones para evitar que este tipo de pavimento se manche o se dañe.
- Utilizar felpudos en los accesos a la vivienda. Este tipo de elementos contribuyen a que la suciedad adherida a nuestros zapatos no acceda al hogar, evitando que ensucie y deteriore el pavimento.
- Colocar estores o cortinas en las áreas con tarima flotante. Más allá de una función estética, este tipo de elementos evitan que el suelo se dañe por la exposición directa del sol, y, además, en épocas donde las ventanas están abiertas, son fundamentales para filtrar el polvo que viene del exterior.
- Revestir las patas de sillas, mesas y resto de mobiliario con fieltro. Así, evitaremos que se arañe el suelo al arrastrar estos muebles.
- Limpiar la tarima con cuidado. Evitar emplear friegasuelos o detergente en exceso, ya que puede producir una capa de residuo que mancha la tarima. Además, debe escurrirse adecuadamente la fregona antes, el agua en abundancia puede dañar la madera.
Realizar el mantenimiento de la tarima flotante
Como se ha explicado, una de las mejores maneras de mantener la tarima flotante es siendo previsores. Sin embargo, una vez comentada la forma de evitar posibles daños en estos pavimentos, es momento de conocer cómo limpiar y mantener las tarimas flotantes. Por eso, a continuación, detallamos algunas acciones importantes a la hora de acometer este mantenimiento.
- Limpiar el polvo diariamente. En este sentido, lo más adecuado es emplear una mopa de microfibra o un aspirador. Es importante realizarlo siguiendo el sentido del pavimento, evitando así que el polvo se estanque en los huecos de las láminas.
- Emplear productos de limpieza aptos para este tipo de pavimentos siguiendo las instrucciones del fabricante. Hay que evitar emplear más cantidad de producto del indicado, puesto que puede ser contraproducente.
- Fregar el suelo ejerciendo algo de presión. De esta manera, garantizaremos la limpieza de la tarima eliminando toda la suciedad.
- Aclarar el detergente. Para prevenir la acumulación de residuos de producto en la superficie de la tarima después de la limpieza, te sugerimos enjuagar la fregona y volver a pasarla después de 2 o 3 minutos, utilizando exclusivamente agua limpia.
Cabe destacar que, además del mantenimiento regular, la tarima flotante requiere que, aproximadamente cada 10 años, se acometa una restauración lijando y barnizando la superficie. En Hausâl somos expertos en pavimentos como parquets y tarimas flotantes, entre otros. Si buscas una solución para tu suelo y estás valorando la tarima flotante, ya has visto que su mantenimiento es relativamente sencillo. Contacta con nosotros y te ampliaremos la información.