Cuando un cliente quiere instalar suelos SPC en su proyecto, la elección puede ser compleja, ya que existen numerosas especificaciones que hay que tener en cuenta. Por ejemplo, pueden encontrarse diferentes diseños, grosores, sistemas de ensamblaje, garantías… Por supuesto, no podemos aconsejarle sobre su estilo de decoración, pero sí brindarle mayor conocimiento sobre este tipo de pavimentos, ya que esto puede ayudar a elegir y ahorrar dinero.
Uno de los aspectos más relevantes, y que se observan a primera vista desde el lateral de cada lama, es la estructura formada por múltiples capas de los suelos SPC, similar al laminado. Gracias a las distintas capas que conforman el material, este tipo de soluciones presentan excelentes características, convirtiéndolas en una de las opciones predilectas en proyectos de interiorismo.
¿Quieres saber más sobre las capas que componen los suelos SPC para conocer más sobre este tipo de soluciones? ¡Sigue leyendo!
Las 5 capas de los suelos SPC
1. Capa UV
Esta es la capa que se encuentra en la superficie del suelo SPC y su grosor se mide en micras. Su principal característica es la protección frente a los rayos UV que confiere al pavimento, garantizando que el suelo no se decolore tras largos períodos de exposición al sol.
La capa UV, que puede tener un acabado brillante o mate, destaca también por proteger la superficie de manchas. Aunque es la capa más fina, es un componente esencial en este tipo de suelos.
2. Capa de desgaste
La capa de desgaste es el componente que se ubica entre la capa UV y la capa decorativa. La calidad y el grosor de la capa de desgaste son algunos de los principales indicadores de la durabilidad del suelo SPC.
Una característica determinante de este elemento es el grosor, que suele ser proporcional a la garantía del fabricante; cuanto más gruesa sea la capa, más larga será la garantía.
Otro punto importante respecto al grosor de la capa de desgaste es que debe coincidir con el grosor de la capa central. Normalmente, una capa central fina no es adecuada para una capa de desgaste más gruesa. Debido a los diferentes materiales utilizados en estas capas, una capa de desgaste excesivamente gruesa aumenta la probabilidad de que los suelos SPC se deformen.
Por ejemplo, un suelo SPC con una capa de desgaste de 4 milímetros, instalado en un dormitorio, puede durar más de 10 años en condiciones normales. Si el espacio tiene un tráfico más intenso, es conveniente elegir una capa de desgaste de 10 milímetros, prologando esa vida útil a más de 20 años.
Para instalaciones comerciales, se recomienda un suelo con una capa de desgaste de 30 milímetros, ya que estos pavimentos son más difíciles de deteriorar con un uso normal. Además, siempre es conveniente tener en cuenta el calor y la exposición al sol, puesto que la temperatura puede afectar más que el tráfico peatonal.
3. Capa de acabado
La capa de acabado suele tener un grosor de 4 milímetros, aunque en función del proyecto y sus necesidades puede variar. Este componente se produce mediante equipos especializados de impresión en color de alta definición, proporcionando al suelo un efecto realista de veta de madera o piedra, con una estética más atractiva en cuanto a colores, patrones y texturas.
Las capas de acabado son las responsables de imprimir estilo al espacio, así que lo más conveniente es que sea una decisión meditada, ya que afectará a la estética, no solo del pavimento, sino de todo el proyecto.
4. Núcleo SPC, una de las capas más importantes de estos pavimentos
El núcleo SPC es la capa más gruesa y resistente de todo el pavimento, siendo el principal indicador de calidad. Está compuesta de polvo de piedra y polvo de resina de PVC fusionados y prensados para hacerla completamente impermeable y actuar como una barrera de reducción de ruido. El grosor de la capa central determina el peso del suelo, así como el grosor de la lengüeta y la ranura.
Habitualmente, los grosores de la capa central van desde 3.5 mm hasta 7 mm, y algunos fabricantes ofrecen núcleos de 8 mm. Cuanto más pesada sea la capa central, más presión ejercerá sobre el suelo y menos seguro será en algunas viviendas más antiguas. Un suelo SPC de aproximadamente 4 mm es una opción muy conveniente y es ideal para la instalación en proyectos de hogar.
5. Capa base
La base de los suelos SPC están hechas de EVA o IXPE y, generalmente, se ensamblan previamente en fábrica con grosores de 1.0 mm a 1.5 mm.
Estos elementos se utilizan para reducir el ruido, retener la temperatura y proporcionar comodidad. Además, son esenciales a la hora de fijar el producto sobre la superficie y absorber las imperfecciones del subsuelo. Con bases más gruesas se obtiene una mayor reducción de sonido y absorción de impactos.
El suelo SPC más caro no siempre es el más adecuado, siempre es conveniente buscar un equilibrio entre precio y funcionalidad, adaptándose a las necesidades de cada proyecto. En cuanto al coste, a mayor grosor de las capas, mayor será el precio, pero eso no significa que un suelo más grueso sea mejor. Cuanto más gruesa sea la capa de desgaste, más resistente será, pero ¿realmente lo necesita tu proyecto para el incremento de precio que supone?
Ahora que ya conoces qué son y cuáles son las principales funciones de las capas de los suelos SPC, quizás es momento de que conozcas algunos de los pavimentos más destacados y que puedes instalar en tu próximo proyecto. En Hausâl, somos expertos en estas soluciones. ¡Contacta con nosotros para recibir más información!