Elegir el suelo adecuado es una de las decisiones de diseño y confort más importantes en cualquier vivienda, especialmente en climas fríos o en invierno. Más allá de la estética, el pavimento influye en la sensación térmica bajo los pies, en la eficiencia energética de la vivienda y en cómo se percibe el calor en el conjunto de espacios interiores.
En este artículo analizamos qué tipos de suelos aportan mejor confort térmico, qué características técnicas los hacen “cálidos” y cómo escoger el pavimento teniendo en cuenta tus prioridades de confort y uso.
Claves del confort térmico en suelos
El confort térmico no depende únicamente de la temperatura del aire; también está muy relacionado con la temperatura superficial de los materiales con los que interactuamos directamente, como el suelo. Un pavimento que tiene baja conductividad térmica no extrae calor del cuerpo tan rápidamente, dando la sensación de “suelo cálido” incluso con temperaturas interiores moderadas.
Asimismo, un suelo que transmite bien el calor por ejemplo, en combinación con sistemas de calefacción radiante, puede mejorar la eficiencia energética y reducir la necesidad de elevar la temperatura del aire ambiente.
Suelos más cálidos para invierno
1. Suelos laminados
Los suelos laminados son una excelente opción si lo que buscas es confort térmico sin renunciar a estética y durabilidad. Están fabricados en capas que combinan una decoración decorativa con un núcleo estable, y su estructura multicapa contribuye a una sensación más cálida al tacto en comparación con materiales minerales. Ventajas:
- Sensación cálida al caminar descalzo.
- Buena estabilidad dimensional.
- Compatible con calefacción radiante por agua cuando están certificados para ello.
2. Suelos SPC
Los suelos SPC y vinílicos combinan un núcleo rígido con capas sintéticas que aportan confort y resistencia. Su construcción hace que transmitan menos frío al contacto directo, lo que se traduce en un tacto más agradable en invierno. Ventajas:
- Transmiten menos frío que cerámica o piedra.
- Compatibles con calefacción radiante de agua.
- Altamente estables frente a cambios térmicos.
3. Moqueta
Aunque no está siempre presente en todas las viviendas modernas, la moqueta sigue siendo uno de los pavimentos con mayor capacidad aislante frente al frío. Su estructura fibrosa y acolchada favorece una sensación de calor inmediato y retiene mejor el calor en invierno.
Pros:
- Muy baja conductividad térmica.
- Sensación cálida al tacto.
- Excelente aislamiento acústico.
Contras:
- Mantenimiento más exigente.
- Menor durabilidad en zonas de alto tránsito.
Compatibilidad con calefacción por suelo radiante
Si tu vivienda dispone de calefacción radiante, la elección del pavimento es clave para aprovechar su potencial de confort y eficiencia energética. Desde Hausâl, por ejemplo, recomiendan especialmente sus suelos laminados y SPC certificados para este uso, ya que ofrecen estabilidad dimensional y buena transmisión térmica sin tensiones internas que puedan deformar el pavimento.
Conclusión
No existe un único “mejor suelo” para mantener el calor en invierno, la elección depende de tus prioridades entre sensación térmica bajo los pies, eficiencia energética y compatibilidad con sistemas de calefacción.
Sin embargo, materiales como laminados, el SPC y la moqueta ofrecen un equilibrio muy atractivo entre confort, estética y rendimiento.
Si tienes dudas sobre qué suelo instalar, contacta con nosotros y te asesoramos para encontrar la mejor solución para tu proyecto.







