El Ágora – CaixaFórum es, sin duda, uno de los emblemas de la ciudad de Valencia, formando parte del complejo de la icónica Ciudad de las Artes y las Ciencias. En este espacio destaca el estilo futurista con el que se quiere representar un paisaje singular y espectacular.
El edificio, diseñado por el arquitecto Santiago Calatrava, cuenta con diferentes espacios: un auditorio, dos salas de exposición, un restaurante cubierto de vegetación a modo de jardín, una tienda, una librería… Desde su última apertura se ha convertido en un punto de encuentro por el que pasan miles de personas cada semana.
Por eso, el arquitecto encargado de llevar a cabo la adecuación del espacio consideró importante contar con un material de larga duración para el suelo, que fuera resistente al tránsito del cuantioso público. Desde Hausâl trabajamos en el proyecto instalando miles de metros cuadrados de parquet industrial de madera de roble de 2 centímetros de grosor. La excelente calidad del material empleado permite que, dándole una pasada de lija y barniz, se pueda disfrutar de un suelo como nuevo.
Este tipo de pavimiento requiere de un proceso artesanal que requiere de tiempo y mucho mimo ya que es imprescindible llevar a cabo el pegado a un soporte sólido, encolado, desbastado, lijado, masillado y barnizado.
Por otro lado, uno de los puntos singulares del proyecto son las escaleras y graderío del Ágora, en las que se acometió un proceso de revestimiento con la particularidad de que la propia escalera abraza la pared y, eso, obligó a proceder a la instalación de forma poligonal para emprender el giro. También supuso un auténtico reto la instalación del pavimento en el interior del restaurante, debido a las irregularidad buscada por el arquitecto en las paredes.
Una de las enseñas del Ágora – CaixaFórum es el Auditorio, construido para albergar a 300 personas. Este espacio también cuenta con el sello de Hausâl, con una instalación integral formada por una doble capa de tablero acústico cementoso, así como una doble capa de tablero de DM y membrana acústica de hasta 18 decibelios. Lo que hace en su conjunto un auditorio con una acústica perfecta.
En total, se instalaron más de 5.000 metros cuadrados de revestimiento, todo ello rematado con barniz con propiedades antideslizantes, ignífugas y satinadas.