Una de las grandes cuestiones a la hora de instalar un suelo SPC es determinar el espesor ideal para el proyecto. Elegir el grosor adecuado es vital para asegurar la durabilidad, estabilidad y rendimiento general del pavimento.
Si bien es cierto que, normalmente, el grosor es un indicativo de calidad en este tipo de soluciones, no siempre es beneficioso contar con las láminas más voluminosas. Los suelos SPC más gruesos pueden ser más duraderos, pero también pueden ser más difíciles de instalar y pueden requerir una preparación adicional del contrapiso. Como hemos indicado en otros artículos, la mejor solución es siempre la que se adapte mejor a las necesidades de tu proyecto.
Este tipo de suelos, que cuentan con múltiples capas, suelen tener un grosor que varía, normalmente, entre los 3 y los 10 milímetros, siendo 4 milímetros el espesor en suelos SPC más habitual.
Pero, llegados a este punto, quizás te encuentres ante la tesitura de escoger un suelo SPC y necesites elegir el grosor adecuado. Como es tan amplia esta cuestión, en este artículo, analizaremos qué espesores son más convenientes en función del uso que se va a hacer del pavimento.
Espesor de los SPC según usos
Suelos SPC de 3 mm a 4 mm
Para un uso residencial, en áreas con un tráfico moderado, los suelos SPC de 3 mm a 4 mm pueden ser una solución correcta en la mayoría de las instalaciones familiares. Si se trata de una zona con poco tránsito, un revestimiento ligero de 3 mm puede ser suficiente. Por el contrario, si se trata de áreas con algo más de tráfico, lo más conveniente será contar con un suelo de 4 mm.
Aunque los pavimentos más finos suelen ser más económicos, no son necesariamente peores. Un suelo SPC de 3 mm de espesor puede durar hasta 15 años en zonas de tráfico bajo. Además, visualmente parecen iguales que cualquier otro tipo de pavimento.
Suelos SPC de 5 mm a 6 mm
Las áreas como centros comerciales, tiendas, vestíbulos de hoteles u hospitales son zonas que cuentan con un mayor flujo de tráfico. En estos contextos, los pavimentos SPC de 5 a 6 mm son la opción más adecuada. Este espesor permite que se les pueda dar un uso normal durante cerca de 20 años.
Sin embargo, si el uso y el tránsito de estas zonas es excesivamente elevado, la instalación de estos pavimentos suele estar desaconsejada, puesto que las tablas pueden verse desplazadas y producirse daños o deformaciones. Ante estos escenarios, es más conveniente instalar otro tipo de soluciones para el pavimento.
Suelos SPC de 7 mm a 10 mm
Algunos fabricantes ofrecen soluciones de suelo SPC de entre 7 mm y 10 mm. Sin embargo, este tipo de espesores no son recomendables a la hora de instalar estos pavimentos en muchos casos. En primer lugar, por motivos económicos: los suelos más gruesos son mucho más caros y, por ese precio, se puede comprar madera maciza o pavimentos VSPC, que tienen un mejor rendimiento.
En segundo lugar, porque a mayor grosor del suelo SPC, mayor peso. Esto hace que no sean soluciones convenientes en estructuras normales en una vivienda, especialmente si se plantea instalarlo en plantas superiores con respecto a la superficie rasa, puesto que el peso puede acabar por afectar a la estructura.
En resumen, el espesor idóneo para el suelo SPC de tu proyecto depende de varios factores que van desde el tránsito del espacio hasta la propia funcionalidad de éste. Normalmente, en proyectos comunes, un grosor de entre 4 mm y 5 mm se considera ideal. Si pasamos a espesores mayores, quizás los inconvenientes que plantean puedan hacer que otras soluciones para pavimentos sean valorables. Sin embargo, siempre es mejor consultar con un profesional para determinar qué espesor soluciona tus necesidades específicas.
En Hausâl somos expertos en este tipo de suelos. Si estás buscando una solución a tu próximo proyecto, contáctanos y te ayudaremos.