La tarima de bambú es una opción sostenible y estética para exteriores e interiores, pero requiere un mantenimiento específico para conservar su aspecto y durabilidad. Por eso, en este artículo, te explicamos cómo mantener correctamente la tarima de bambú para prolongar su vida útil y evitar daños comunes.
¿Por qué es importante el mantenimiento en la tarima de bambú?
Aunque el bambú es un material muy resistente, su exposición a la humedad, el sol y el uso diario puede deteriorarlo si no se cuida de forma adecuada. Un mantenimiento periódico de la tarima exterior previene la decoloración, las deformaciones y los problemas estructurales como astillas o tornillos sueltos.
Limpieza semanal: elimina el polvo y la suciedad superficial
Es fundamental barrer o aspirar la tarima al menos una vez por semana dentro del mantenimiento de la tarima natural de bambú. El polvo y la suciedad acumulados pueden rayar la superficie si se pisan repetidamente. Para un mejor resultado:
- Usa una escoba de cerdas suaves o una mopa.
- Evita cepillos metálicos o utensilios abrasivos.
Limpieza mensual: agua tibia y jabón neutro
Una vez al mes, realiza una limpieza más profunda con agua y jabón neutro. Este paso ayuda a eliminar manchas ligeras y mantener la superficie libre de residuos. Es importante:
- No usar productos químicos agresivos (lejía, disolventes, etc.).
- Utilizar un trapo húmedo bien escurrido, nunca empapar la superficie.
- Secar la tarima tras la limpieza para evitar que quede agua estancada.
Control de la humedad: evita encharcamientos
El agua estancada es uno de los mayores enemigos de la tarima natural de bambú. Puede provocar hinchazón, manchas y deterioro estructural. Para evitarlo:
- Retira el agua acumulada tras la lluvia con una mopa o trapo seco.
- Eleva las macetas y muebles del suelo tras lluvias intensas para que la madera respire y seque correctamente.
- Asegúrate de que la tarima tenga buena ventilación inferior.
Aplicación de aceite protector: 2 veces al año
Para proteger la tarima del sol, la humedad y el desgaste natural, es recomendable aplicar un aceite específico para bambú o madera exterior dos veces al año (idealmente en primavera y otoño). Esto ayuda a:
- Mantener el color original.
- Reforzar la protección frente a los rayos UV.
- Prevenir el resecamiento y la aparición de grietas.
Consejo: Antes de aplicar el aceite, asegúrate de que la superficie esté limpia y seca. Sigue siempre las instrucciones del fabricante.
Revisión periódica: astillas, tornillos y uniones
Cada cierto tiempo (por ejemplo, cada tres meses), inspecciona visualmente toda la tarima. Revisa:
- Posibles astillas o zonas levantadas, que pueden causar accidentes.
- Tornillos sueltos o elementos de fijación deteriorados.
- Juntas que hayan sufrido movimientos o separaciones.
Si detectas problemas, corrígelos cuanto antes para evitar que vayan a más.
Cuidados adicionales para prolongar la vida útil
Además del mantenimiento regular, ten en cuenta estas buenas prácticas:
- No arrastres muebles pesados sobre la tarima.
- Usa protectores de goma en las patas de sillas y mesas.
- Evita colocar barbacoas o fuentes de calor directo sobre la madera.
- Si colocas alfombras, asegúrate de que sean permeables al aire y no retengan humedad.
Conclusión
El mantenimiento de la tarima natural de bambú es sencillo, pero requiere constancia. Con una rutina básica de limpieza, control de humedad, aplicación de aceites protectores y revisiones periódicas, conseguirás que tu tarima se mantenga en perfecto estado durante muchos años. Invertir unos minutos al mes puede evitar reparaciones costosas y alargar significativamente su vida útil.
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