Los suelos SPC son una de las soluciones en tendencia al alza en el diseño de interiores. Poco a poco, este tipo de pavimentos están ganando protagonismo hasta convertirse en una de las opciones predilectas tanto para particulares como para decoradores e instaladores. También hay otras soluciones a considerar, como las opciones cerámicas que, a veces, pueden ser interesantes en ciertas aplicaciones.
Por eso, si estás planificando tu próximo proyecto, y estás comparando entre los suelos cerámicos y los SPC, en este artículo vamos a detallar algunas de las razones por las que los pavimentos vinílicos son mejores soluciones que las baldosas cerámicas.
Precio
Uno de los aspectos clave a la hora de tomar la decisión de escoger un tipo de pavimento u otro, seguramente, es el precio. Los suelos SPC son una opción más económica que las baldosas cerámicas.
Según el tipo de baldosa, la cerámica puede ser tan costosa como la madera maciza.
Dejando al lado el precio de los materiales, la propia instalación de los suelos SPC cuesta hasta un 40% menos que instalar baldosas de cerámica.
Facilidad de instalación
Otro punto que destaca de los suelos SPC frente a las soluciones cerámicas es que estas últimas requieren mucha mano de obra y mucho tiempo, por lo que es probable que se necesite a un equipo de profesionales si se quiere tener un resultado ágil.
En cambio, los suelos SPC son mucho más rápidos (y fáciles) de instalar que las baldosas cerámicas. Con el beneficio añadido de que, además, el proceso de instalación no requiere de levantar el pavimento y se puede instalar directamente sobre el suelo existente.
Durabilidad
Tanto las soluciones SPC como las cerámicas son opciones muy resistentes y longevas. Sin embargo, las baldosas son mucho más propensas a sufrir daños y pueden terminar por producir grietas o fisuras en las losas.
Por otro lado, las opciones vinílicas ofrecen una mayor flexibilidad bajo presión, lo que las hace menos susceptibles a los daños causados por impactos o cargas pesadas.
Acabado estético
Los suelos SPC pueden presentarse en multitud de estilos, incluso, similares a los de los azulejos. Los avances en la tecnología de impresión de los vinílicos permiten imitar la apariencia de la cerámica, alcanzando prácticamente el diseño que se desee.
Las posibilidades estéticas que ofrecen las soluciones SPC son mucho más elevadas que las que podemos encontrar en las baldosas.
Mayor comodidad en la instalación
La preparación para instalar las baldosas cerámicas es mucho más caótica que la de los suelos vinílicos. La necesidad de eliminar el pavimento existente, nivelar la superficie antes de la instalación o el exceso de polvo son inconvenientes que dificultan la colocación de los azulejos en el suelo.
La adaptación de los suelos SPC, que prácticamente salva todas esas desventajas, hace que sea más fácil de mantener limpio el espacio después de la instalación.
Perdurabilidad
Aunque pueda entenderse como un aspecto positivo, una vez instaladas las losas cerámicas son muy difíciles de quitar. Si la instalación es en un espacio que va cambiando en función de las tendencias o en el que el diseño de interiores es importante, los suelos SPC son más fáciles de quitar y reemplazar.
De ahí que, pensando en un futuro reemplazo, aunque sea en muchos años, las opciones vinílicas son más interesantes.
¿Estás pensando en contar con las soluciones SPC en tus proyectos? En Hausâl somos expertos en este tipo de pavimentos. Contáctanos, estaremos encantados/as de ayudarte.