Los suelos laminados AC4, AC5 y AC6 se han consolidado como una de las opciones más populares para pavimentar espacios residenciales y comerciales. Su resistencia, variedad estética y facilidad de instalación los convierten en una alternativa atractiva frente a otros revestimientos como la madera maciza, el vinilo o la cerámica. Sin embargo, uno de los aspectos más relevantes al elegir un suelo laminado es entender qué significa la clasificación AC y cómo puede condicionar el uso y la durabilidad del producto.
En esta guía desglosamos qué son los suelos laminados AC4, AC5 y AC6, en qué se diferencian, cuáles son sus ventajas principales y qué criterios debes tener en cuenta para escoger el más adecuado para tu proyecto.
¿Qué son los suelos laminados AC4, AC5 y AC6?
La clasificación AC (Abrasion Class) indica el nivel de resistencia a la abrasión de la capa superior del suelo laminado, es decir, su capacidad para soportar el desgaste provocado por el tránsito, la fricción o el uso diario. Esta escala va desde AC1 (muy baja resistencia) hasta AC6 (máxima resistencia), aunque en la práctica, los suelos AC4, AC5 y AC6 son los más utilizados tanto en entornos domésticos como comerciales.
Esta clasificación se obtiene mediante un test estandarizado, el Test Taber, que somete la superficie del suelo a un disco abrasivo giratorio hasta que aparece un desgaste visible. Cuantas más vueltas resiste el suelo antes de mostrar daño, mayor es su clasificación AC.
Ventajas de los suelos laminados AC4, AC5 y AC6
Elegir un suelo laminado con la clasificación adecuada conlleva una serie de beneficios, entre los que destacan:
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Alta resistencia al desgaste y al rayado, especialmente en las versiones AC5 y AC6.
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Fácil instalación, gracias a los sistemas de clic sin adhesivos.
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Gran variedad estética, con diseños que imitan maderas nobles, piedras naturales, cementos pulidos o acabados industriales.
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Mantenimiento sencillo, con limpieza habitual mediante aspirador o fregona bien escurrida.
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Compatibilidad con sistemas de calefacción por suelo radiante.
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Buena relación calidad-precio, especialmente en la gama AC4 y AC5.
Diferencias entre suelos laminados AC4, AC5 y AC6
Aunque todos los suelos laminados comparten una estructura multicapa y una estética cuidada, las diferencias entre AC4, AC5 y AC6 residen en su resistencia al uso y, en consecuencia, en los espacios donde resultan más adecuados:
| Clasificación | Resistencia (Test Taber) | Uso recomendado |
|---|---|---|
| AC4 | > 4.000 vueltas | Hogares, oficinas con tránsito moderado |
| AC5 | > 6.500 vueltas | Comercios, restaurantes, espacios públicos |
| AC6 | > 8.500 vueltas | Zonas de alto tráfico, aeropuertos, retail |
Suelos laminados AC4
Los suelos laminados AC4 son ideales para viviendas y espacios comerciales con uso moderado, como oficinas, despachos o boutiques. Son resistentes al desgaste cotidiano, y ofrecen un equilibrio entre coste y durabilidad. Para un hogar familiar con mascotas o niños, el AC4 es suficiente si no hay un tránsito excesivo.
Suelos laminados AC5
El suelo laminado AC5 es la opción perfecta para tiendas, cafeterías o áreas comunes de edificios con afluencia media-alta. Su resistencia permite soportar un uso más intensivo sin comprometer su aspecto estético ni su integridad estructural.
Suelos laminados AC6
El suelo laminado AC6 es la gama más resistente disponible en el mercado. Está pensado para soportar tráfico muy intenso, golpes y fricción constante. Es habitual encontrarlo en centros comerciales, supermercados, terminales de aeropuerto o edificios públicos. Su inversión es mayor, pero garantiza una durabilidad excepcional incluso en las condiciones más exigentes.
¿Qué suelo elegir según el tipo de proyecto?
La clave para elegir entre suelos laminados AC4, AC5 y AC6 reside en analizar el nivel de tránsito y las exigencias del espacio. A continuación, una guía rápida de uso:
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Vivienda particular: AC4 es suficiente. Si hay animales o uso intensivo, AC5 puede ser recomendable.
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Oficina con clientes o empleados: AC5 garantiza durabilidad sin excesivo sobrecoste.
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Restauración y comercios: AC5 o AC6, dependiendo del tránsito y la exposición a humedad o impacto.
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Espacios públicos o grandes superficies: AC6 es imprescindible para asegurar longevidad.
Estética y acabados en suelos laminados AC4, AC5 y AC6
Hoy en día, los suelos laminados de estas tres categorías ofrecen un abanico estético muy amplio. Gracias a la impresión de alta definición y la textura sincronizada, es posible reproducir:
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Maderas naturales como roble, nogal, pino o haya.
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Piedras y mármoles, para ambientes elegantes o minimalistas.
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Cemento o microcemento, para un look industrial.
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Acabados metálicos o textiles, más innovadores.
Además, pueden encontrarse en diferentes formatos de lama, grosores y niveles de brillo, adaptándose así a todo tipo de estilos decorativos.
Compatibilidad con calefacción radiante
Uno de los puntos fuertes de los suelos laminados AC4, AC5 y AC6 es su compatibilidad con sistemas de calefacción por suelo radiante, siempre que el grosor total del conjunto (incluida la base aislante) no supere ciertos umbrales. Muchos modelos ya vienen certificados como aptos, lo que los convierte en una excelente opción para quienes buscan confort térmico sin renunciar a la estética.
Conclusión
Elegir entre suelos laminados AC4, AC5 y AC6 depende de las exigencias del entorno, el presupuesto disponible y la durabilidad deseada. Con una selección correcta y el respaldo de un proveedor como Hausâl, podrás disfrutar de un pavimento estético, resistente y duradero durante muchos años. ¿Quieres más información o que te asesoremos?
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