El pabellón Dolores Escamilla es una de las pistas de referencia en cuanto a baloncesto femenino se refiere. Localizado en Godella, este espacio alcanzó la popularidad en la década de los 90 de la mano del equipo de baloncesto Dorna Godella. El nombre del pabellón es un homenaje a Dolores Escamilla, la persona artífice de llevar al equipo godellense a convertirse en un referente nacional e internacional.
Aunque la función principal es acoger encuentros de baloncesto, el pabellón está preparado también para que partidos de otras disciplinas como el fútbol sala o el voleibol pueden disputarse. Esto quiere decir que es un pabellón por el que pasan miles de deportistas a lo largo del año, lo que implica que sea un pavimento sometido a un intenso desgaste. El reto de Hausâl era adecuar el pavimento para que se encuentre en las excelentes condiciones que requiere un espacio tan emblemático para el deporte femenino.
Para ello, tras el estudio pormenorizado de los detalles del espacio y los condicionantes a los que está expuesto, se acometió el proyecto de restauración y saneado profundo del pavimento. La adecuación se realizó aprovechando el material instalado en el pabellón, actuando, principalmente, sobre la capa de uso que se encontraba en mal estado.
Para la rehabilitación, la primera fase consistió en un proceso de lijado profundo hasta llegar al origen del corcho. Este paso es fundamental para dejar la superficie perfecta para anclar el tratamiento de barniz posterior. Una vez lijado, es importante aspirar los restos de polvo que puedan haberse generado antes de aplicar el tratamiento.
Posteriormente, el pavimento del Pabellón Dolores Escamilla recibió diferentes manos de barniz para uso deportivo hasta conseguir el resultado pretendido. Por último, se aplicó la pintura deportiva para los marcajes. De esta manera, el proceso de restauración del pavimento deportivo de estas instalaciones ha hecho brillar a la altura de los mejores pabellones a uno de los espacios icónicos a nivel de este deporte.
