Dentro de los distintos tipos de suelo para casa, la elección del pavimento es una decisión importante a la hora de diseñar y decorar el hogar. El suelo no juega un papel únicamente funcional, sino que tiene también un impacto importante en la estética general de la casa. Cuando se trata de opciones de suelo, la tarima de madera natural es una elección popular entre quienes desean darle un toque de elegancia y calidez a sus espacios interiores.
La tarima de madera natural es conocida por su belleza. Este tipo de suelos cuenta con una apariencia natural, capaz de aportar un encanto atemporal a cualquier estancia. Desde tonos claros y luminosos hasta maderas más oscuras y ricas en carácter, la variedad de opciones disponibles permite encontrar el material perfecto para complementar el estilo del hogar.
Si estás valorando contar con este tipo de material en tus próximos proyectos, que se encuentra entre las tendencias de suelos para 2023, a continuación, podrás encontrar más detalles de cuáles son las ventajas de la tarima de madera natural y cuáles son sus principales debilidades.
Ventajas de la tarima de madera natural
Sin duda, una de las principales ventajas de la tarima de madera natural es la estética que proyecta. Este tipo de materiales, debido a su apariencia natural y cálida, puede realzar cualquier tipo de estancia interior. Además, la amplia variedad de opciones existentes permite adaptarse a cualquier gusto o preferencia.
Por otro lado, estos materiales destacan por una elevada durabilidad y resistencia. Si se realiza un mantenimiento adecuado, la tarima de madera natural puede durar décadas sin perder su apariencia y calidad. La madera dura, como la del roble o el nogal, es especialmente resistente a los daños. No obstante, ante cualquier rasguño o marca que aparezca, siempre se puede lijar y reparar fácilmente, permitiendo mantener un aspecto impecable del pavimento.
Otro de los aspectos significativos es el valor que aporta este tipo de pavimentos a largo plazo. Instalar tarima natural en el hogar es una inversión en suelo de alta calidad, que puede incrementar el valor de la propiedad. La madera natural es muy apreciada y puede ser un factor determinante en el valor del espacio a futuro. Además, a diferencia de otro tipo de suelos, este tipo de tarimas es atemporal y no pasa de moda, lo que significa que siempre será atractiva y deseable.
Aunque es cierto que esta tipología de pavimento requiere de cierto mantenimiento, este no es excesivamente complicado. Para mantenerlo en buenas condiciones, únicamente es necesario limpiarlo regularmente con una mopa o una aspiradora suave para eliminar el polvo. También, cada cierto tiempo, es recomendable aplicar productos específicos para el tratamiento de la madera para mantenerla nutrida y protegida.
También, a diferencia de suelos laminados o alfombras, la tarima de madera natural no acumula polvo, ácaros u otras partículas alergénicas. Esto la convierte en una opción saludable para quienes padecen alergias o problemas respiratorios. Además, como se trata de un producto natural, no emite sustancias tóxicas al aire interior, lo que contribuye a crear ambientes más saludables.
Ahora que han sido expuestas las ventajas de contar con este tipo de pavimentos, descubre algunos de los puntos mejorables para tener una visión completa de sus características si, finalmente, decides contar con este suelo para tus próximos proyectos.
Desventajas de instalar una tarima de madera natural
Si bien es cierto que la instalación de una tarima de madera natural es una opción muy recomendable, también existen algunos puntos que hay que tener en cuenta y que, en ocasiones, suponen un freno a este tipo de soluciones para el pavimento. Por ejemplo, el precio inicial es uno de estos impedimentos. En comparación con otros tipos de suelos, la madera natural suele tener un precio bastante más elevado. Sin embargo, es importante considerar su instalación como una inversión que incrementa el valor de la propiedad.
También es importante destacar que la madera natural es sensible a los cambios de temperatura y humedad, pudiéndose contraer y expandir como respuesta a estos cambios. Esto puede derivar en problemas como la aparición de grietas, separaciones o deformaciones en el suelo. De ahí que no sea recomendable instalar este tipo de suelos en áreas húmedas o propensas a la exposición directa del agua.
Aunque se mencionó anteriormente que el mantenimiento de la tarima de madera natural es relativamente sencillo, sigue siendo necesario llevar a cabo ciertas tareas de cuidado periódico. Entre las tareas de mantenimiento, se puede precisar del sellado regular de la madera, el pulido y el tratamiento con productos de mantenimiento específicos. Si no se realiza el mantenimiento adecuado, la madera puede deteriorarse más rápidamente y perder su aspecto y calidad original.
Por otro lado, este pavimento natural es más sensible que otros tipos de suelos a los arañazos y marcas. Aunque la superficie puede ser reparada y restaurada con facilidad, es importante destacar que es susceptible a estos desperfectos. Muebles pesados, mascotas con uñas afiladas o el movimiento brusco de objetos pesados pueden dejar marcas en la madera. Si bien estos daños se pueden reparar, es necesario tener precaución para evitarlos en la medida de lo posible.
En definitiva, aunque la tarima de madera natural tiene numerosos beneficios, es preciso tener en cuenta sus posibles desventajas antes de tomar la decisión de contar con este material para tus próximos proyectos. A parte de las preferencias personales del cliente, es importante analizar el espacio donde se instalará este suelo.
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